lunes, 21 de diciembre de 2009

“La tierra no pertenece al hombre, sino el hombre a la tierra”

Angélica Ayala Galván
Sábado, 19 de diciembre de 2009

Hace algunos días en una clase analizamos un texto del artista y escritor alemán Erich Scheurmann, titulado Papalagis, que significa hombre blanco, pero que literalmente quiere decir “quebrantador de los cielos”. Esta lectura realiza una descripción del hombre globalizado a partir de la perspectiva de un jefe samoano perteneciente a los grupos polinesios, el cual se desarrolla en un medio en el que la naturaleza es lo primordial.

Este texto me recuerda que en la actualidad, la sociedad se encuentra inmersa y dominada por un entorno en el que, las más de las veces, las personas construyen su contexto con relación al dinero. Si bien es cierto que el sistema capitalista ayuda a regular los bienes y a mantener un equilibrio económico, también es innegable que ha formado seres ambiciosos, a quienes lo único que les interesa es la posesión de más y más objetos, muchas veces innecesarios.

La sociedad se encuentra inmersa en un mundo de mentiras, por lo tanto, es complicado reconocer la verdad, pero más que eso, nuestra verdadera realidad. En la actualidad empezamos a percibir que la promesa realizada por gobiernos anteriores de que el progreso se podría lograr por medio del capitalismo sólo ha generado repercusiones de índole social y natural, como es el caso del cambio climático. Sin lograr obtener realmente un verdadero desarrollo.

Se dice que somos la sociedad del sobreconsumismo, diría que sí, no sólo de productos innecesarios, también lo somos a partir de la sobreexplotación de nuestro medio ambiente. En la actualidad, debido a que estamos imbuidos en cuestiones económicas o políticas, olvidamos que dependemos de los recursos naturales. Por ello, es necesario tener en claro que por más que se realicen inventos tecnológicos y tratemos de encontrar respuestas a todas las interrogantes formuladas por el ser humano, nunca podremos tener el control de la naturaleza y menos de las catástrofes naturales.

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La comodidad del engaño

Samantha Brito*
lamunequitaverde@hotmail.com
Sábado, 12 de Diciembre de 2009

Quienes acostumbramos criticar los aspectos políticosociales nos hemos cansado de hablar de la represión y nos hemos empantanado ideológicamente en juzgar solamente a las instituciones y no a los individuos que nos definimos como el pueblo.

Es cierto que los métodos del Estado mexicano para mantener el orden de las sociedades provocan repugnancia e impotencia. La restricción de los derechos fundamentales, en cualquiera de sus modalidades, se silencia con amenazas, persecución y en la faceta más oscura, con la desaparición y el asesinato, que fácilmente se le atribuyen al narcotráfico.

Sin embargo, culturalmente, los mexicanos tenemos implícita una personalidad dual. Por un lado, ser represores pero al mismo tiempo, ser reprimidos, por el otro. Depende de cómo, en qué situación y con cuánto poder nos toque actuar. El fenómeno de la represión es un reflejo de lo que los mexicanos conciben como orden, poder y justicia. No debería sorprendernos los actos represivos, porque se dan a escala, desde lo que no se dibuja siempre como “el hogar dulce hogar”, hasta las instituciones mayores que nos regulan.

Entonces no cabe juzgar solamente al gobierno, porque ellos son ejemplares del todo lo que representa el ser mexicano. Sabemos que no podemos concebir la abundancia y es por esto que el dinero y el poder nos enloquecen cuando se nos presentan vestidos de excesos.

Por ello, apelo a la conciencia ciudadana, pero ésta va más allá de toda erudición o ignorancia. También se ve maniatada por el hambre y la pobreza, lo que evidencia la incapacidad gubernamental para la satisfacción de las necesidades básicas, impidiendo así que los ciudadanos puedan reflexionar sobre la situación actual del país.

No se trata solamente de indiferencia colectiva o represión como fenómenos aislados, sino que hay toda una serie de herencias y condiciones culturales que atrapan al mexicano a ser de cierta manera, no afirmo con ello que sea imposible el cambio, sino que será un proceso largo y tal vez muchos de nosotros no lo atestigüemos.

Debemos desistir de la actitud permanente de victimizar al pueblo y condenar solamente a la célula gobernante. Engañémonos, pero no recurramos a la mentira. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a reconocer que también el pueblo es responsable de lo que ocurre en México?

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

Un sollozo del futuro, prueba del presente

Citlali Rossalí Salazar García*
Sábado, 05 de Diciembre de 2009

Alguna vez pensé que todo lo que actualmente ocurre se encontraba lejano aún, que no lo llegaría siquiera a vivir. Todo llegó a ser visto como una película de ciencia ficción: la terrible devastación ambiental como cuarto jinete apocalíptico; la crisis económica que se vuelve más palpable ante la falta constante de dinero; la imposición de los gobiernos y totalitarismos aquí y alrededor del mundo, entre muchas otras cosas.

Sé que en el presente el mundo está mal, pues el capitalismo ha impuesto una forma diferente de pensar en la sociedad, lo vemos reflejado en las calles, sobre todo en las grandes ciudades, en publicidad y anuncios, que crean una cultura de consumismo, simplemente “comprar y tirar”. El poco cuidado hacia la naturaleza es consecuencia de este consumismo; la gente se ha acostumbrado a vivir, dándole una valoración incierta a las cosas, es decir, el costo por cuanto es usado un objeto y por cuánto dinero se puede cambiar éste por otro, entonces ¿cómo evaluar todo lo que es natural y libre?

Los espacios verdes se reducen por la tremenda deforestación y a veces denunciar trae consecuencias negativas, como represión, tortura o asesinatos. La vida se vuelve más agitada, el canto de las aves de pronto se desvanece sin que lo notemos siquiera. Los fenómenos ambientales, como el calentamiento global, han tenido en los últimos años, un proceso de aceleración, que en el presente trae consecuencias que se vislumbraban para el futuro.

El pretexto: “ya no hay tiempo”, “tengo que trabajar”, “salir adelante”; ya no hay tiempo para escuchar a nadie ni a nada; se desmoronan las relaciones humanas, nadie mira a su alrededor, nadie contempla siquiera lo que está a punto de desaparecer. El consumismo una vez más ha encontrado una razón para seguir formando riqueza, pisoteando la clase baja, destruyendo los recursos naturales, matando animales, rompiendo hábitats, creando muerte, odio, guerras sin tregua, humo, contaminación.

El planeta mismo se asfixia por la destrucción y voracidad de una especie. Nada parece tomarse en serio, pocas personas tienen el don de darse cuenta, de ver lo que sucede; la cuestión ambiental se toma por moda, no como una forma de vida sustentable, que proyecte hacia el futuro y proponga a los gobiernos algo mejor de lo que se vive ahora.

* Estudiante de la Facultad de Humanidades UAEM.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Caballo de Troya

Jorge Alberto Ornelas Lizardi
jorgeornelas@hotmail.com

“Necesito de alguien” (fragmento)

Que escuche mis tristezas y neurosis
con paciencia y aún cuando no comprenda,
respete mis sentimientos.
Necesito de alguien

que venga a luchar a mi lado
sin ser llamado.
Que se obstine en ser leal,
simple y justo.
En esta búsqueda empeño mi propia alma
.


Charles Chaplin

Ayer leí un “lindo” poema que escribieron para hacernos sentir bien y recordarnos los buenos sentimientos, de amor y de amistad. Suena bonito, habla de necesitar a alguien, para que, entre otras cosas, me escuche, me comprenda, luche conmigo, sea sincero conmigo, sea leal, simple y justo, eso sí, sin ser llamado (¿una especie de adivino?).

Habla de, ¡empeñar el alma en esta búsqueda!, el poema sugiere que para ser feliz “se necesita” de otro ser humano, pero, ¡ah!, no sólo eso, sino de un ser humano con cualidades de un cuasi Dios.

Como el caballo de Troya, el poema es bello y majestuoso por fuera, pero dentro, trae la segura frustración, el descontento la derrota y la desilusión. Porque cuando encontremos una pareja, ella como es ser humano, por más que yo le interese y me ame, en ocasiones actuará de manera incomprensiva hacia mí, en otras ocasiones no sólo no me escuchará, sino que argumentará contra lo que yo diga y piense, otras veces no me comprenderá, en otras luchará por cosas diferentes a las mías y me dejará sólo con mis propias luchas, en ocasiones también actuará con falsedad, actuará con deslealtad, actuará de manera presuntuosa y engreída, y con seguridad habrá ocasiones que actuará injustamente.

Puedo decir que me gustaría que existiera alguien así, pero no por el hecho de que a mí me gustaría, este ser tiene que existir, de hecho, hasta la fecha no he conocido a alguien con esas características y yo estoy muy lejos de tenerlas.

El creer que yo “necesito” de otro ser humano para ser feliz es una falacia, no digo que no sea bueno ni deseable, que no lo prefiera o tenga derecho a buscarlo si eso es lo que deseo, pero de ahí a que lo necesite, hay una gran diferencia.

Los caballos de Troya se esconden en canciones, poesías, películas, novelas. Superficialmente son bonitos, majestuosos, ¿pero adentro?

* Estudiante de Filosofía de la Facultad de Humanidades UAEM.

Influenza contra obesidad

Patricia Romero Ramírez*

Sábado, 14 de Noviembre de 2009 00:00

Recientemente el secretario de salud, José Ángel Córdova Villalobos, comparaba el número de muertes ocurridas en nuestro país por el rebrote epidémico de la influenza A H1N1 con el de las muertes producidas a causa de la obesidad, aduciendo que éste último supera al primero.

Lo anterior hace surgir las siguientes interrogantes: Si desde los años 80 los estudios realizados sobre alimentación y nutrición revelan una marcada tendencia al aumento de prevalencia de obesidad en los mexicanos, ¿por qué no se ha diseñado un programa efectivo al combate del sobrepeso y la obesidad?, ¿por qué no se le ha dado la relevancia que requiere, si desde 2005 la Secretaría de Salud tiene datos de que México ocupa el segundo lugar en el mundo en obesidad?

Se ha comprobado en diversas ocasiones, mediante el estudio de los casos que existe una fuerte relación entre pobreza y obesidad, y que una fracción considerable de la población en estratos bajos padece esta enfermedad. La causa de esto, según la mayoría de los estudios, es que el costo de las harinas refinadas y las grasas es mucho menor que el de alimentos como leche, verduras y frutas, por lo tanto, es más accesible el consumo de productos con menor calidad nutricional para este sector de la población.

El gobierno actual menciona constantemente el combate a la pobreza como una prioridad, enfocándose mayormente en los programas asistenciales. Aproximadamente el 40 por ciento de los hogares en México recibe algún tipo de apoyo económico asistencial. Si tomamos en cuenta lo mencionado con anterioridad, se tendría que revisar la manera en cómo se está evaluando la efectividad de estos programas, pues los resultados no parecen mostrar un cambio favorable en las estadísticas ni orientarse hacia los problemas reales de la población.

Si bien el brote epidémico de una enfermedad infectocontagiosa preocuparía a cualquier gobierno debido a que se desconocen las dimensiones que este brote podría alcanzar, la prevención del aumento de las enfermedades crónicodegenerativas concomitantes al sobrepeso y la obesidad deberían valorarse de la misma manera, pues es claro que los alcances de éstas merecen el mismo estado de preocupación.

*Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Drácula

Ana Martínez Casas*
luceln@hotmail.com

Sábado, 07 de Noviembre de 2009

Después de más de cien años, la influencia de Drácula prevalece. Infortunadamente, los escritores contemporáneos han abusado de los recursos “draculinos” al punto que llegan a ser tediosos, estigmatizando así, la figura del vampiro. Habiendo tanto potencial por explotar, no me explico por qué los autores se obstinan en imitar al maestro. No es raro encontrar, por ejemplo, vampiros fotofóbicos en las novelas de Anne Rice o estacas antivampiros en Soy leyenda o que en La historiadora el conde sea un personaje secundario. Pero ahora analicemos al original:

Escrito en 1897 por Bram Stoker, la narración es en forma de cartas, recortes de periódico y pasajes del diario de los personajes relevantes de la historia. Pluralizar al narrador permite que la novela cuente con diferentes perspectivas: sabemos lo que piensa Jonathan Harker, quien viaja a Transilvania para venderle mansiones en Londres a Drácula; nos adentramos en el método cazavampiros del profesor Van Helsing y mutamos junto con Mina después de ser mordida por el conde.

La importancia de esta novela radica en la estereotipación del vampiro; lo que hace Stoker es atribuirle a los no muertos las características que los distinguirán a partir del siglo XIX: la tez pálida y traslúcida; labios carnosos y caninos prominentes; el cabello negro, lacio y engomado; su complexión alta y delgada, ataviada con capa y trajes de la nobleza victoriana; su procedencia de Europa Oriental; su flaqueza ante los ajos y los símbolos religiosos cristianos; la manera de convertir a sus víctimas al morderlas en el cuello por varias noches consecutivas; su poder de controlar y transformarse en animales nocturnos (sobre todo en murciélagos y lobos); duermen durante el día en ataúdes que contienen un puñado de su tierra natal; su belleza construida en base a una relación hipnótica con el infectado, y la inmortalidad: las formas de darle muerte son exponer su cuerpo a la luz del sol y esparcir las cenizas o clavarle una estaca en el corazón, cortarle la cabeza y llenarle la boca de ajos.

Podrán escribir cien novelas más pero siempre serán una sombra en la que se envuelve el vampiro más famoso de la literatura y el cine.

*Estudiante de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Blog, medio de re-evolución literaria cultural

Ilse Friego Spinosa*

Sábado, 31 de Octubre de 2009

Siento que no existo porque
veo al espejo un ser humano.
¿Y si los animales escribieran?
Quizá tengan más sensibilidad
ellos que los escritores de blogs...
www.venasplomotintasangre.blogspot.com

El mundo de los blogs es donde toda razón y sinrazón es causa, motivo o fin de escribir cualquier cosa acerca de ninguna cosa. Últimamente al ingresar alguna palabra con el fin de hacer búsqueda por el internet, todas las fuentes están dobleteadas, es decir, que se encuentran en los blogs y éstos a su vez tienen un lugar de procedencia de la información, ya no es una página como servidor, sino que envía directo a la nueva tendencia de las bitácoras.

Hay quienes opinan que este fenómeno desplazará los textos impresos, pero es más bien una forma de evolución, ya que si una lengua no se mueve, se petrifica y se vuelve un cadáver. Se puede admirar y aprenderla, sin embargo, al no sufrir cambios de estructura y de relación conforme al dinamismo de la humanidad, se encuentra muerta.

Es por ello que, al igual que los E-books, no se va a desplazar lo impreso, porque es tan diferente tomar un libro, abrirlo, degustar su interior, observar su intimidad y oler cada hoja, al igual que tomar una revista con un contenido propio, con vida. Y aunque la tecnología nos alcance, siempre es mejor tener las palabras forjadas en la tersura del bond, la opalina, el couché, y otros tipos de papel que se convierten en cómplices del significado de cada letra.

Incluso se ha llegado a pensar que el lenguaje del mexicano se está perdiendo, más bien está modificándose, porque al ser la nuestra la primera civilización conquistada, nos volvemos también los más próximos en hablar castellano, somos los que tenemos una relación más próxima con el progreso del lenguaje impuesto por los españoles.

El castellano mexicano es el que más cambios sufre, teniendo en nuestra gama: neologismos, anglicismos y barbarismos que en ninguna otra cultura se podrían ocupar porque no han llegado a ese punto. Según el escritor y poeta, Luis Francisco Acosta, nuestro lenguaje está en crisis pero también afirma que en varios años se podrá comprobar que en realidad está creciendo y aumentando, que es en realidad una transformación y avance de nuestro idioma.

*Estudiante de la Facultad de Humanidades de la UAEM

martes, 27 de octubre de 2009

De la pregunta sin respuesta aparente

Davo Valdés de la Campa*
davotanko@hotmail.com

Sábado, 24 de Octubre de 2009

El pequeño hombre preguntó: “¿Hay alguien ahí?” El eco resonó durante unos momentos chocando entre los acantilados. Una gaviota pasó volando y contestó, también lo hicieron las olas turquesa, el buque hundido, el árbol talado, los trenes que ya no volverán, la brisa de la mañana, la niebla que cubre los tobillos, la cueva y los murciélagos que duermen dentro de ella.

Respondió la mañana, el otoño, la montaña, la planta de hierbabuena, los limones sin semillas, la mujer después del orgasmo, las postales del Mar Muerto, las losas del cementerio de los Sin-Nombre, el puente sobre el Usumacinta, la laguna enterrada en la capital mexica, los gatos con sus ojos fosforescentes, el loco con sus manías, el soñador con la guitarra que cantaba de revoluciones, el amor que se perdía en las calles sin salida, en el metro, en las plazas, gritó también respondiendo al llamado la libélula, los muertos en Líbano, la fotografía de la abuela en Oaxaca, la sopa sin terminar, el gusano que no teme al tiempo.

Hablaba el Universo, lloraba la Naturaleza su olvido, decían: ¡aquí estamos! Estamos los extraterrestres, la mano invisible que nos invita a amar, la enseñanza del lejano profeta ¿cuál? Todos estaban ahí, también el filósofo y el adicto a la heroína. El caballo y el jinete caído en la rebelión de los Tártaros, Prometeo y el regalo del fuego, el bosque entero que clamaba atención, las nubes rojas, la espiga de trigo, la estrella de la mañana, la barranca convertida en tiradero de basura, la ciudad hundida, la ciudad sobre el cerro que flotaba como esperanza de un sueño ¿De quién? Mío. Yo también alzaba la voz: era el sonido del mundo viviendo, reconociendo su presencia ancestral, era música milagrosa, era la voz de la Naturaleza que hacía llorar al viento y gemir a la foca, era su llanto alegre que cubría el prado de nieve y la selva de humedad. Era todo y más sustancias, más allá del silencio, y el pequeño hombre no escuchó. Nunca oyó la respuesta del cosmos y así pereció de pronto en silencio.

http://lobowendigo.blogspot.com/

*Estudiante de la Facultad de Humanidades de la UAEM

lunes, 19 de octubre de 2009

Se dice de la libertad

Abel Caballero Sánchez

Sábado, 16 de octubre de 2009

Se dice de la libertad que nacemos con ella. Que es un bien universal y usual. Que es la legalidad de decir a los demás lo que no gustan oír. Se dice del encantador epíteto que por él empieza la razón. Que es el instrumento que puso Dios en manos del hombre para que realizase su destino.

Agoreros convienen que la libertad es una ilusión y que bien vale distinguir azaroso al que pueda elegir sus yugos. Soy libre de poder decir en esta columna lo que me plazca, lindado por dos mil letras, cuidando mi vocabulario, una turba de reglas ortográficas, redacción y más importante: hundido en una realidad espesa y amarrosa que el lenguaje hizo por encargo.

El regocijarse en la propia voluntad no se las apaña con la vida moderna en sociedad. Obligadamente consideramos con quienes cohabitamos para decidir.
Una gama de velos entendidos como reglas de urbanidad, nublan lo que la pasión clama en primera instancia. Podría decirse que para rondar la libertad mucha falta hace estar solo. Aún así, siendo estrictos, no hay posibilidad de franquear las reglas físicas y se figura que el acecho de la libertad es inconsecuente.

Pero esto bien podría ser anhelante para una barca a la deriva en espacios lejanos, hastiados de incertidumbre. Me atrevo a decir que la libertad absoluta es adversa a una realidad como la que distinguimos.

¿Es el humo que sin forma, se burla de dichas obligaciones, o son las obligaciones desdeñosas que deforman al humo? ¿Debemos coronarnos soberanos o subyugados? Si fuese congruente inquirir a nuestra jaranera aludida, ¿qué diría? Digo de la libertad que se es libre de darle significado; que nadie consigue seguirla, que basta gozarse en lo propio; que el espíritu de la libertad no lo posee ni lo entiende nadie más que ella misma.

*Estudiante de Filosofía de la Facultad de Humanidades UAEM

Música excelente

Dzoara Delgado

Sábado, 10 de octubre de 2009

La IV Semana de las Artes fue un pestañeo en el efervescente marco de actividades culturales del estado. Su singularidad supuso la de acercar a la sociedad morelense a diversas muestras artísticas tan versátiles y propositivas en el plano de la danza, la música y el teatro, entre otras disciplinas, sin ningún costo. Horacio Franco, virtuoso flautista de talle internacional, o el Grupo de danza Contemporánea Antropía que mostró, de manera impresionante, las imbricaciones por las que el individuo se desliza en el contexto global, fueron algunos de los tantos artistas que se dieron cita en el Teatro Ocampo, el cual, cabe precisar, lució como nunca debido a la concurrencia de espectadores de todas las edades.

El cierre de la IV Semana de las Artes, estuvo a cargo del grupo de Son Jarocho, Los Cojolites, quienes han puesto en alto la música folklórica de Veracruz, con sus muy particulares ejecuciones, llevándola a diversos estados de la República y al extranjero.

El Centro Morelense de las Artes (CMA) en colaboración con el Instituto de Cultura de Morelos (ICM) y con el apoyo del Centro Nacional para la Cultura y las Artes, presentó la IV Semana de las Artes en el estado de Morelos. Sin embargo, habría que preguntarse por la diligencia que el CMA realiza, en tanto la difusión del trabajo de los jóvenes artistas que se especializan en el inmueble. La nula participación de los grupos artísticos que cobija el CMA en la IV Semana de las Artes, dio mucho de qué hablar entre los estudiantes, quienes a finales del año pasado (2008), preocupados por los conflictos que tenían como base la descentralización del organismo, e incitados por mejorar su entorno de trabajo, intervinieron los espacios públicos con el fin de hacer llegar a la población morelense las anomalías que sobrevienen en el CMA desde hace unos años.

En ese ambiente, estudiantes del CMA, decidieron presentarse de manera formal el 24 de junio del año en curso en La Casona Spencer como “El Atril subversivo, excelentísima… Música de concierto”, y manifestar, como sólo ellos saben hacer, su desacuerdo ante las políticas del CMA. La injerencia en los espacios públicos, es una de las medidas que han tomado mientras se valen de un lenguaje tan expresivo como es la música “excelente” para exponer sus demandas. No hay que sorprenderse si uno de estos días, “El Atril subversivo” se coloca en las calles del primer cuadro de la ciudad con el fin de expresar su inconformidad en tanto son ejecutadas diversas piezas musicales.

Como “El Atril subversivo”, los morelenses debiéramos proclamar no una semana de las artes, sino un estilo de vida cultural que genere crítica al considerar el contexto político de las instituciones de cultura y educación y su repercusión en las artes.

*Estudiante de la Facultad de Humanidades UAEM.

lunes, 12 de octubre de 2009

Motivos del pueblo

César Hernández Bahena
khampa-68@hotmail.com

Sábado, 3 de octubre de 2009

Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo
Lucio cabañas

Cada vez falta menos para la tan anunciada celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. En los medios de comunicación no lo recuerdan a cada rato y el “señor presidente” no deja de llenarse la boca presumiendo que a él le tocó la tan digna distinción de ser el organizador principal de dichos eventos. Pero seamos realistas. El pueblo de México no está para celebraciones, y menos si se trata de celebrar algo que hasta la fecha no acabamos de obtener: la Independencia. Porque cada vez es más evidente la desigualdad y el sometimiento al que estamos sujetos.

Una crisis económica de tan grande dimensión que ha lanzado a muchísima gente a la miseria; una crisis de seguridad representada por el Ejército y el narco, librando combates sangrientos a plena luz del día y en cualquier calle de cualquier ciudad del país; una crisis sanitaria que fue evidenciada –no producida– por el brote epidémico de la influenza AH1N1; aunado a un gran número de deficiencias sociales, que si bien no son producto exclusivo del gobierno en turno, sí son el resultado de una doctrina político-económica fundamentada en el beneficio indiscriminado a los dueños de los grandes capitales.

Por todo esto, el malestar social se agudiza, brotes de inconformidad se dejan ver a lo largo de toda la República. Campesinos, maestros, mineros, estudiantes, amas de casa, obreros de todo ámbito productivo comienzan a levantar su voz, a levantar la frente para hacerse escuchar, para hacerse ver y para demostrar que el pueblo ya no está dispuesto a ser víctima de la ignominia de los del poder económico.

Si de recordar se trata, recordemos pues y sigamos el ejemplo de los personajes comprometidos con las causas justas del país. Recordemos a Hidalgo y a Morelos; a Zapata y a Villa, a Rubén Jaramillo, a Lucio Cabañas y a todos los hombres y mujeres que lucharon a su lado. Hoy sobre todo debemos (creo yo) recordar a las miles de personas, sobre todo jóvenes, que mostraron su inconformidad ante el sistema, que se organizaron y resistieron los embates del gobierno opresor hace ya 41 años. Retomemos ese espíritu emprendedor y gallardo que nos ha caracterizado a lo largo de la historia. Arriesguemos un poco del presente para alcanzar un mejor futuro. *

Estudiante de Filosofía la Facultad de Humanidades de la UAEM.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Inexplicable, complicada y grandiosa

Angélica Ayala Galván*

Sábado, 26 de Septiembre de 2009

A lo largo de la historia, los hombres han creado infinidad de inventos. Sin duda, uno de los más extraordinarios ha sido la música. Su grandiosidad es inexplicable, debido a la diversa gama de estilos y géneros que han surgido con el tiempo.

La música forma parte de un lenguaje mundialmente conocido, a través del cual, se ha logrado un punto de unión entre sociedades que tienen diferencias culturales, políticas o económicas.

La música es más que sólo palabras o notas, es la expresión de sentimientos y sensaciones que la mayoría de las veces los seres humanos no logran explicar de otra manera. Es el lenguaje de la metáfora, porque a través de ella, cada ser humano se ve identificado de acuerdo a sus diversas impresiones o emociones que este viviendo en el momento de escuchar una melodía.

Por medio de la música, podemos expresar nuestras alegrías, tristezas, amores, sueños, deseos o ideas. Debido a que son sentimientos comunes en los seres humanos permiten que el lenguaje musical se vuelva universal. La música no sólo es la expresión de sentimientos, también lo es de inconformidades sociales, como la discriminación, la pobreza o las guerras.

A su vez, la música ha conseguido marcar diversas épocas, como es el caso del rock en los ochentas; también ha logrado determinar una tendencia o moda en la manera de vestir y de hablar. La música es un proceso cultural que ejerce una influencia en la creación de subculturas que se ven identificadas con ciertos géneros musicales como ha sucedido con el movimiento gótico o dark.

También es el reflejo de la diversidad de pensamientos, ingenio y creatividad en los seres humanos, es la muestra de lo que podemos ser capaces de realizar. Del mismo modo, nos devela que a pesar de las diferencias ideológicas y gustos diversos, podemos aprender a convivir y conocer nuevos pensamientos.

Lo importante es entender que los seres humanos pertenecemos a un mismo mundo con diferentes gustos musicales, de los cuales podemos instruirnos cada día, teniendo en cuenta que cada estilo tiene la misma importancia. No debemos olvidar que, a pesar de ser diversos, al final pertenecemos a una misma cultura.

* Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM

sábado, 19 de septiembre de 2009

La gangrena de Morelos


Sábado, 19 de Septiembre de 2009

Si bien es cierto que la economía ha sufrido una debacle lamentable desde las altas esferas hasta tener un impacto trascendente en los sectores más vulnerables, también lo es que para rematar, padecemos un estado de putrefacción permanente en áreas sensibles como lo son la seguridad y la procuración de justicia, y esto precisamente se evidencia al momento de esperar (sentados) que las autoridades correspondientes nos garanticen nuestro derecho de ser y expresar, lo que nos conduce y sumerge cada vez más en miedos hasta llegar a la paranoia.

Y lo que es aún más paradójico, es que a quienes el Estado encomienda la protección de sus habitantes son quienes transgreden cotidianamente –hasta convertirse en algo más que normal– los derechos humanos, dejándonos en una total vulnerabilidad e incertidumbre, porque ahora no sé sabe de quién cuidarse, si de los que las autoridades quieren definir como delincuentes o de los supuestos guardianes del orden, que cada día se ven más involucrados en desapariciones, torturas, levantamientos y homicidios, que son listas interminables que quedan en sombras de impunidad y omisión.

Y no sólo es eso, sino que hay cada vez más tensión, parálisis y poco a poco la desaparición de una libertad, que desde siempre ha sido abstracta, pero con esto, se vuelve más utópica e inalcanzable. No se puede confiar en nadie. Sólo algunos cuantos nos atrevemos a caminar sin temor o mínimo no nos dejamos envolver de esa fobia social que se alimenta, crece y se reproduce hasta explotar.

Pareciera que son temas y opiniones trillados tanto en los discursos oficiales como de quienes nos inconformamos con la necrosis que vivimos día con día. La misma que orilla a Morelos a la amputación de la libertad de sus habitantes, de nuestros derechos humanos. Esa gangrena social que lo enferma y lo mutila cada vez más. ¿Qué quedará de Morelos? A esto, algunos cándidos cuestionarán de qué sirve insistir en opiniones redundantes que no llevan a nada, pero ¿de qué sirve también tanto silencio que cargamos históricamente? Es necesario ratificar nuestra denuncia, tal vez algún día se pueda escuchar a una sola voz, no se puede perder la fe, que ya bastante hemos perdido.

* Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Creo que Dios era machista

Patricia Romero Ramírez*
pwa1012@hotmail.com

Sábado, 12 de Septiembre de 2009

Hace unos días, la antropóloga Livia González me hizo el favor de prestarme un libro de Marcela Lagarde, titulado Los cautiverios de la mujer: madresposas, monjas, putas, presas y locas, en el cual encontré la siguiente cita:

“Cosmogónicamente la mujer aparece cuando el hombre ha dado nombre a todo lo que le rodea. Es presentada como un ser secundario, dependiente de él. [...] Surge de su costilla, y le pertenece porque es parte de él”.

Mi cerebro comenzó inmediatamente a discutir con la religión y pensaba: ¿quién fue la persona que primariamente decidió escribir que la mujer fue desprendida de una costilla del hombre?, ¿quién puede asegurarme que no fue al revés y el hombre fue creado del dedo meñique del pie derecho de la mujer? Hasta donde yo tengo entendido Adán y Eva no dejaron un testimonio escrito de que lo anterior había sucedido de aquella manera (y sino son ellos –que fueron los directamente afectados en esta acción– los que lo escribieron, a nadie le creeré), entonces, ¿quién fue el cerebro tan “sabio” que dijo lo anterior?

Después de muchas vueltas, llegó a mi cabeza la idea de que La Biblia es como una novela histórica. Algo de verdad, algo de surrealismo, pero a veces tan entretenido como un libro de García Márquez. La mujer en ningún sentido puede ser inferior al hombre y mucho menos pertenecerle, quizá el perro o el carro de lujo que tanto presumen les pertenezca, pero la mujer en definitiva no.

La astucia de la mujer será siempre el soporte del hombre, pero esto no indica dependencia y mucho menos inferioridad, yo lo consideraría como mera nobleza o solidaridad.

Para concluir (y para no tener que salir corriendo por los macanasos varoniles) sé bien que existen hombres magistrales pero para nuestra mala fortuna estos son contados, y sé también que algunas mujeres suelen afectar bastante la imagen de nuestro género (Elba Esther Gordillo, por ejemplo) pero no pretendo aquí definir cuál es mejor o peor, simplemente comparto mi duda: Lo citado en un principio se encuentra en las “Sagradas Escrituras” y éstas son la palabra de Dios, entonces, ¿será que Dios era machista?

* Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Al público talentoso

César Hernández Bahena
khampa-68@hotmail.com

Sábado, 05 de Septiembre de 2009

El director de la orquesta marcó el término de la pieza y el público se volcó en aplausos, mientras el maestro de ceremonias pedía que fueran más fuertes y de pie para reconocer el trabajo de los músicos, que al igual que el director, explotaban su talento al máximo en cada una de sus piezas. El talento de los músicos fue enérgicamente reconocido, así como el trabajo de los organizadores; hasta el entusiasmo del presentador fue reconocido, pero faltaba el merecido aplauso al público que disfrutó de aquella presentación que concentraba su atención en cada compás, porque no cualquiera aprecia el talento ajeno empleando el propio.

Comprender a fondo las obras artísticas también es un arte. El espectador se compromete con su percepción, la emplea cautelosamente para lograr comprender lo que el artista pretende comunicar en su arte. No es tarea fácil emitir un juicio sano sobre al quehacer artístico, es necesario saber lo que se quiere expresar pero es más indispensable aún ser consecuente con ese sentimiento interno que nos lleva a degustar algo.

Es en este deleite en donde se concentra el talento necesario para ser realmente un público espectador; aquel que aplaude y ovaciona cuando algo es realmente de su agrado y guarda silencio en señal de desapruebo cuando lo expresado no cumplió la expectativa del creador. No solamente se trata de escuchar y reconocer el esfuerzo de los demás, en este caso, es necesaria la sinceridad para expresar un criterio aceptable; pero también expresar disgusto por las malas formas y es imprescindible dar a conocer nuestra opinión de la manera más apropiada.

El talento artístico no es una característica de todos los que se llaman artistas (de esto hay miles de ejemplos) y del mismo modo no todo oyente es parte del público, aquel que se compromete con su papel de crear grandes artistas y desechar a los que gandallamente se colgaron ese apelativo sin tener ni siquiera una mínima noción de lo que eso significa.

Hoy en día y cada vez más, se hace necesario que todos los que leemos, escuchamos y observamos nos demos cuenta que no todo lo presentado de una forma pretendidamente artística es arte. Debemos creer y confiar en nuestra percepción y expresar la emoción que estas obras nos provoquen, reconociendo el esfuerzo y dejando la compasión por los malos artistas.

*Estudiante de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

domingo, 30 de agosto de 2009

¿Hacia dónde vamos?

Angélica Ayala Galván*
angyayala@yahoo.com.mx

Sábado, 29 de Agosto de 2009

Es sorprendente mirar hacia atrás y darse cuenta que a lo largo de la historia, los mexicanos hemos vivido infinidad de represiones e injusticias cometidas por la soberbia y tiranía de nuestros gobiernos.

No podemos olvidar las grandes inequidades que se vivieron en las rebeliones de la huelga de Cananea y Río Blanco en 1906 y 1907, respectivamente. De igual manera, no podemos dejar de mencionar las represiones que se llevaron a cabo en contra de los jóvenes revolucionarios en el 68 ó las más recientes, como es el caso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la de los maestros en el estado de Morelos, quienes se oponen a la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE).

Hoy, que hacemos un recuento de estos sucesos, nos damos cuenta que las luchas en contra de las injusticias sociales siempre han sido reprimidas por medio de la fuerza. En la actualidad, los gobiernos han transformado la forma de ejercer su tiranía y poder, para realizarlos de una manera diplomática, es decir, por medio de programas que nos hablen de progreso y desarrollo.

“Con la reforma energética ganamos todos”, por ejemplo, los cuales en realidad sólo benefician a grandes empresas e industrias, como es el caso de Petrobras o Statoil. Con base a ello, podemos decir que los beneficios, la mayoría de las veces, no llegan a los sectores más vulnerables de la población, es decir, los pueblos autóctonos que habitan en lugares recónditos de nuestro país.

Hoy en día, el objetivo del Estado es homogenizar la mentalidad de la sociedad para poder controlar y obtener de una forma tranquila y libre sus beneficios particulares y no sociales. Sin embargo, no debemos olvidar que los funcionarios son servidores públicos, más no son el poder absoluto.

Por eso, es necesario que la sociedad conozca su historia y de esta manera aprenda a analizar lo que sucede a su alrededor, especialmente cuando se trata de asuntos que lo incuben como ciudadano. Necesitamos generar una conciencia a partir de la unión ciudadana para recordarles a nuestros representantes que tienen una responsabilidad con la sociedad.

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

domingo, 23 de agosto de 2009

El azul de rodillas

Samantha Brito*
lamunequitaverde@hotmail.com

Domingo, 23 de Agosto de 2009

¡Cómo olvidar este cinco de julio! Cómo olvidar que el PRI despojó al PAN del señorío capitalino en el estado, pero además el desmantelamiento del Congreso local así como algunas gubernaturas, cuando apenas los azules estaban saboreando el deleite del poder. Pero no les duró mucho.

Aspectos como el bajo porcentaje pero al final de cuentas abstencionismo que se registró durante la jornada electoral de este año y el triunfo del PRI en la capital, no fue más que la muestra del hartazgo ciudadano hacia los gobiernos, que además de supuestamente “dirigir” el rumbo hacia un “desarrollo”, presentaron patrones recurrentes de autoritarismo, prepotencia, despotismo, compadrazgo, entre otras cosas, que lograron que los brotes de inconformidad social estallaran y se inundara la ciudad de protestas por siempre ignoradas por los funcionarios panistas, particularmente, Sergio Álvarez Mata, ex secretario de Gobierno y ex candidato a la alcaldía de Cuernavaca, y Jesús Giles Sánchez, ex presidente municipal de esta misma ciudad.

Estas elecciones evidenciaron la agonía y muerte de la carrera política de Álvarez Mata, que si bien al arranque de sus campañas pidió perdón al magisterio de Morelos por los desacuerdos y su desinterés hacia la oposición de los maestros de educación básica a la tan cuestionada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), esto no fue suficiente para sanar el resentimiento, la ira y la decepción, no tan sólo de este gremio sino de una parte considerable de la ciudadanía.

Este ejemplo, aunque parezca local y aislado, es la forma en que el PAN se verá de aquí a tres años, cuando sean las votaciones para elegir al Presidente de la República, al resto de los gobernadores y los senadores: de rodillas. Buscando en vano el perdón para tener la caridad de los ciudadanos en las urnas del 2012. Como dirían por ahí: “dando patadas de ahogado”. Porque la jornada electoral de este año fue determinante para que por lo menos, los panistas hayan temblado por un rato. Recuperarse de la derrota –más no superarla– y pensar en qué hacer maquiavélicamente para no perder la silla presidencial y además que Morelos no regrese por completo a las manos de los dinosaurios del poder.

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.


sábado, 15 de agosto de 2009

El humano, un animal sin memoria.

Patricia Romero Ramírez*
pwa1012@hotmail.com


Sábado, 15 de Agosto de 2009


Alguna vez leí de Jesús Silva Herzog un texto que decía: “el hombre es terco en el error, asombrosa y desesperadamente terco. La experiencia sólo con sangre le entra, con la propia sangre y el propio dolor. Y a veces –lo estamos viendo ahora– ni con sangre”, y después de conocer el resultado de las elecciones pasadas saltó inmediatamente a mi memoria.
Me cuestioné en ese instante muchas cosas, entre ellas el porqué de un México desmemoriado, que de nueva cuenta ha confiado en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las autoridades intentan borrar de la memoria del pueblo, las acciones funestas cometidas por su mano: represión de movimientos sociales, persecución de líderes políticos, entre otros crímenes, utilizados como instrumentos para evitar la protesta.
Desafortunadamente seguimos comiéndonos el discurso de los políticos, las “ideas fantásticas” que se empeñan en vendernos y nosotros, en el sueño utópico de un país mejor, lo seguimos comprando.
Escuché en la radio que la represión sufrida por el Movimiento Magisterial de Bases (MMB) fue de gran peso contra la fuerza política en el poder que actualmente representa el Partido Acción Nacional (PAN), pero de qué sirvió, si han dejado el poder en manos de un similar: lo mismo en colores diferentes. ¿Dónde está el cambio? Y no es el hecho de que quepa en mí una tendencia izquierdista, lo que me hace criticar a estos partidos, sino el recordar la situación del país siempre en manos de partidos de derecha.
Si analizamos la condiciones en las que nos encontramos, la crisis que nos apremia, el desempleo, la pobreza, la vida miserable que la gran mayoría de los ciudadanos enfrentamos, ¿por qué entonces nuevamente hacemos el típico “borrón y cuenta nueva”? ¿Cuándo nuestra memoria retomará la lucidez que tanto atesoramos y recordaremos todo el daño que los políticos se dedican a realizar durante sus mandatos? No basta con un grupo de gente que se empeñe en lograr un cambio, somos una sociedad, un colectivo, la decisión de uno afecta enteramente al grupo, ¿queremos un bien común? Démosle un lugar a la memoria.


*Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades de la UAEM

martes, 11 de agosto de 2009

El fin de los tiempos

Isaac Pueblita Zavala*

Personalmente, el fin del mundo ha tomado otro cariz. Ya no es una visión apocalíptica de fuego y destrucción, ni una oleada de desastres naturales incontenibles, ni siquiera un paisaje de explosiones nucleares y cadáveres calcinados. No provoca miedo o desesperación; es un evento que lleva ocurriendo durante décadas y que paulatinamente se ha convertido en algo aceptado, e incluso bienvenido. La competencia entre el bien y el mal finalizó con un empate bastante bien asimilado por los espectadores, quienes ya estaban aburridos en el segundo cuarto. Los cuatro jinetes fueron el espectáculo de medio tiempo.

El mundo se cansó de esperar a los héroes y la humanidad contempló el fin con una mirada amarga y sarcástica. Después de todas las teorías y planes fallidos, repudió la idea de ser rescatada.

Por todos lados vemos revolucionarios de juguete, mártires sin nada que sacrificar; ondean estandartes y promueven movimientos de hacer conciencia, recurren a discursos gastados y se obsesionan por defender conceptos cuyo significado dejó de importar hace años. La gente mira hacia otro lado, harta de fantasías sobre justicia, valores familiares y derechos universales; implora de rodillas por una dosis más que le haga olvidar, que le llene de satisfacciones inmediatas y justifique su depravación y mediocridad.

La sensibilidad se ha vuelto un lujo; la belleza de las artes y las capacidades emocionales se convirtieron en dones exclusivos de desadaptados, los cuales, lejos de ser ensalzados, son perseguidos y discriminados por los vacíos e insensibles. Las sinfonías y oberturas fueron sustituidas por ritmos monótonos y líricas superficiales. A su vez, la escultura se traduce ahora como la venta en masa de artículos prácticamente inaccesibles; productos de necesidades manufacturadas. La literatura, que una vez incitó al hombre a descubrir la pasión y el romanticismo, lo pervierte con imágenes exhibicionistas y relatos baratos carentes de ingenio que promueven el adulterio, el desenfreno y el egoísmo.

No toleramos faltas, pero negamos las nuestras. Nos devoramos los unos a los otros envidiando y degradando a los que aprovechan más sus cualidades; royendo los huesos del prójimo más débil. Idolatramos lo absurdo y lo amoral, bailamos al ritmo de iletrados mientras la tecnología nos embrutece y la ignorancia nos abraza segura e indiscriminadamente.

Al final, cuando el abismo nos mire a la cara, sólo queda contemplar nuestros últimos momentos con una ligera sonrisa olvidando ese futuro ilusorio que nos anestesió por tanto tiempo; ver el mundo como lo haría un niño con cáncer terminal en un parque de diversiones.

*Estudiante de Historia de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

jueves, 6 de agosto de 2009

Tiempos de crisis

Abel Caballero Sánchez*
megamett_alboy@hotmail.com

Hace algunos días, la necesidad inminente de sortear la crisis económica nos orilló, a un colaborador y a mí, a hacer algo que hasta ese entonces habíamos rehuido: abordar el servicio de transporte comunal provistos con guitarras y entonar algunas melodías. Los autobuses no iban muy concurridos, probablemente por un flamante rumor que empezaba a circular alusivo a un virus advenedizo.

Arribábamos sirviéndonos de un rollo efusivo y conmovedor (no por rollo menos genuino) sobre que teníamos que costear nuestros estudios profesionales, porque queríamos dedicarnos y vivir de la música, pero que nuestra más sincera intención era animarles el día o, de menos, alegrarles el trayecto, todo dicho digna y entusiastamente. Luego nos arrojábamos con vehemencia sobre unas amenas melodías populares.

Con mi experiencia como usuario del transporte público puedo decir, sin afán de ensalzar nuestra función, que no había visto semejante exhibición de regocijo colectivo. La gente tomaba una auténtica actitud de oyente, lo que infortunadamente muchos colegas no obtienen. Algunos pasajeros incluso coreaban los consabidos versos. La técnica vocal de mi compañero no es para nada desdeñable y escoltada por el impetuoso acompañamiento de mi guitarra rendían un alborozador ambiente. Así durante tres canciones. Ocurrió una vez, cuando rematábamos el ciclo, que nos cedieron unos tímidos aplausos.

Seguía el turno del recorrido recaudador. Pocas veces he sentido tal satisfacción por tocar. Gente de dispares edades nos daba acogida con fraternal sonrisa, eso bien vale los sacrificios y montones de horas de práctica. Eso aunado a la cantidad que recolectamos y que rebasaba nuestras expectativas.

Sostengo que no hay acto más noble que profesar la música. Causa una alegría inconmensurable, como dijo Nietzsche: “Merced a la música, las pasiones gozan de sí mismas”. Me llegan noticias de que el sector socioeconómico político va de mal en peor y una sarta de problemas eternos. Pero mientras tenga a la mano una guitarra puedo hacer frente a lo que venga y llevar mi optimismo a una concurrida audiencia o a un autobús a medio llenar. Eso es, eventualmente, el espíritu de la música.

* Estudiante de Filosofía la Facultad de Humanidades de la UAEM.

Responsabilidades e imprudencias

César Armando Hernández Bahena*
khampa-68@hotmail.com

El pasado 10 de mayo apareció una nota en La Jornada Guerrero que hablaba sobre un niño de ocho años que, mientras jugaba con sus amigos, encontró un arma de fuego entre las cosas de su padre. El menor tomó el arma (un rifle calibre 22) y apuntó a su compañero. El niño estaba jugando a matar, así como matan sus héroes de la televisión, el cine o los videojuegos; jaló el gatillo y el juego terminó. Hirió a su amiguito en el estómago, lo que le produjo la muerte.

Al leer esta noticia, además de una profunda pena por el pequeño muerto, me puse a reflexionar acerca del destino del “homicida”. Me preguntaba si ese niño podía ser considerado culpable del asesinato o sobre quién caería la responsabilidad legal del lamentable deceso. Porque si bien es cierto que el niño tomó el arma y apuntó contra su compañero, no tenía el conocimiento de que el arma era real, de que estaba cargada y, mucho menos, de que con ella podía dar muerte a su compañero.

Otra nota: “Una agente de policía municipal de Aguascalientes murió de un balazo en la cara cuando su pareja sentimental y también agente preventivo, jugaba con su pistola de cargo y se le disparó accidentalmente” (La Jornada 22/03/2009). Este suceso me vino a la mente al analizar cómo se podía juzgar a un niño de ocho años por lo que podría ser llamado un asesinato imprudencial.

Comparando estos acontecimientos tenemos que tomar en cuenta que el asesinato de la mujer policía fue un accidente que no tenía por qué haber ocurrido, ya que todo agente policiaco conoce la enorme responsabilidad que representa tener una pistola en las manos. Pero creo que el hecho de que el jovencito antes referido haya tomado el arma, apuntado y disparado en contra del otro joven no lo hace más culpable. La diferencia radica en que el policía sabía que jugar con un arma es una acción realmente estúpida; mientras que el niño ignoraba las consecuencias de disparar un arma e incluso ignoraba que el arma pudiera disparar.

Realmente ignoro cómo puede actuar la justicia en casos como éstos, pero es claro que al menos a uno de los antes citados homicidas no se le puede atribuir una responsabilidad íntegra de sus actos, ya que como lo hemos dicho, él ignoraba que en un simple juego perdería un amigo y su inocencia, y lo marcaría con un irreparable estigma de asesino.

* Estudiante de Filosofìa de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

Tercer Festival de la Memoria

Angélica Ayala Galván*

Recordar es vivir, hoy recordar es actuar para vivir
El festival de la Memoria Documental Iberoamericano (FMDI) se ha venido realizando desde hace tres años. La idea de crear un festival de esta magnitud surge de estudiantes, académicos y egresados de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, con el propósito de dar a conocer su trabajo y exponer sus ideas.

Estos trabajos tratan de preservar y fomentar las tradiciones de las culturas autóctonas de cada país iberoamericano, esto es indispensable para mantener su identidad, recordemos que un país que desconoce su historia esta condenado a repetirla.

A pesar del escaso apoyo que este tipo de festivales recibe por parte de instituciones gubernamentales, los jóvenes organizadores de este proyecto han logrado abrir nuevos espacios para la proyección de cine en lugares olvidados por los circuitos cinematográficos.

La difusión que se le da a este tipo de eventos sigue siendo escasa, es una tristeza darse cuenta que los que dicen ser nuestros representantes, no escuchen las necesidades que la sociedad requiere, en este caso en el sector de la juventud.

Es importante que en la actualidad la población en general apoye estos proyectos, ya que son la voz de las injusticias sociales como la pobreza o la represión de la libre expresión que se vive en nuestro país y en Iberoamérica. Además de ser la base para las nuevas promesas cinematográficas.

Una vez más podemos observar que las voces de los jóvenes siguen presentes y ahora con mayor fuerza, a través de estos documentales podemos mirar el compromiso que los jóvenes han asumido hacia los diversos problemas sociales, ecológicos y artísticos, sin dejar de lado ese toque de rebeldía que los caracteriza.

Este año el Festival de la Memoria Documental Iberoamericano se llevó a cabo en el mes de junio del presente año en el municipio de Tepoztlàn. Con gran éxito y más afluencia de la que existiera en años anteriores. Este festival es la muestra de que podemos seguir trabajando en eventos artísticos a pesar de vivir en mundo globalizado.

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM

¡Despierten!

Samantha Brito*
lamunequitaverde@hotmail.com

Ahora que estamos tan cerca de las elecciones intermedias, los movimientos sociales o fenómenos de descomposición social más importantes de Morelos –y por qué no, de todo el país– deben resurgir de modo que recuerden la ineficacia y la indolencia de los gobiernos tanto estatal, encabezado por Marco Adame Castillo, como federal, con Felipe Calderón Hinojosa, ya que la ciudadanía está en tiempos de reflexionar sobre su realidad social, evaluar la labor de los actuales gobernantes, conocer propuestas de los candidatos y, con ello, emitir su sufragio el próximo cinco de julio.

En estos momentos, la ciudadanía padece una crisis económica, social y de inseguridad, y de paso debe pensar en quién depositar su voto, decisión que, hoy por hoy, no aparece en la lista de prioridades, porque ante todo busca el desahogo diario de las necesidades básicas que no han sabido satisfacer los gobiernos en turno, para finalmente subsistir a medias.

Sin embargo, los movimientos sociales deben cuidarse de no convertirse en un botín político para quienes no cuenten con propuestas para esta contienda electoral, ya que la perversidad es tanta que los candidatos pueden abanderarse con esta inconformidad, que irónicamente fue ignorada por todos los partidos políticos.

Es por eso que, no se debe dejar de vista –aunque la mayoría lo sabe de sobra, pero no está demás recordarlo– que ahora con la cercanía de la jornada electoral, los partidos políticos utilizarán –o ya lo hicieron– perversamente todas las herramientas de la propaganda y la retórica, por cierto, siempre redundante y vacía, para vender una imagen bonita y paternalista que desgraciadamente, a estas alturas, muchos ingenuos la comprarán. Claro, sin dejar de lado el uso oscuro de cortinillas de humo, como recientemente se dio con este virus –más que epidemiológico, como estrategia política– de la influenza.

En esto, sobresale el compromiso que debe asumir la prensa, ya que si bien los intereses económicos superan la labor de informar con la mayor veracidad, tiene en sus manos el deber de sacudir la memoria colectiva, recordar al ciudadano los hechos que matizan la realidad social a la que está sometido, porque el periodismo es escribir la historia diaria y bien dicen que el hombre que ignora su historia está condenado a repetirla... ¿Más errores? Creo que ya se tuvieron suficientes.

* Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

¿Cuál metes a la urna?

Patricia Romero Ramírez*
pwa1012@hotmail.com

Hace unos días miraba el “hermoso” paisaje que da la contaminación visual, repleto de propaganda de los distintos partidos políticos. “¡Tiempo electoral!”, recordé en un instante, y comencé a leer los spots que figuraban a un costado de la foto del candidato. Entre los tantos que leí hubo cuatro que pusieron a correr al pequeño hámster que vive en mi cabeza.

Primero: “Váyanse con los bolsillos llenos pero ya váyanse”, que corría a cargo del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Me preguntaba entonces cuál era el mensaje que enviaban a la gente. ¿Será que después, cuando el pueblo proteste por todos los robos y malos manejos de capital que ejecuten, si es que llegan al poder (muy personalmente espero que esto no suceda), al retirarse de la silla presidencial contestarán: “Nos vamos con los bolsillos llenos pero ya nos vamos”? En tal caso no importará cuánto se roben o cuál sea el daño que hagan a la comunidad, a fin de cuentas, en un momento se irán.

Segunda: “Sí se puede más”. Slogan a cargo del Partido Acción Nacional (PAN). ¿Sí se puede robar un poco más?, ¿sí se puede mantenernos una dictadura como la del PRI por más de 70 años?, ¿sí se puede continuar fomentando la corrupción y la inseguridad, diciendo que se está buscando terminar con esto?, ¿sí se puede permanecer con muy buen sueldo, carro del año, bonos absurdos como el de fin de gestión y tantos privilegios más de los que gozan mientras las comunidades pobres cada día cuentan con menos recursos? ¿Entonces al final querrán decir: “sí se puede exprimirlos y afectarlos más”?

La tercera y cuarta pertenecen al Partido Verde Ecologista y las propongo en un mismo párrafo debido a la contradicción que la una hace a la otra: “No al aborto” y “Pena de muerte”, por fin, ¿No se supone que ellos pregonan por todos lados la protección del derecho a la vida desde el principio de la gestación? ¿Cómo es posible entonces que después propongan leyes para arrebatarla? Y peor aún es que los principales blancos de la pena de muerte serán los líderes de movimientos sociales que tan molestos son para el gobierno.

En conclusión: ¿Qué nos espera si alguna de estas frases llega a convencernos?

*Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades de la UAEM

Torre de babel (Gerardo Peña)

Fijo la mirada en tus ojos,
me reflejo en el fondo y ya no me siento solo.
Luego nos buscamos en otros
diferentes, mil rostros pero somos nosotros.

Regresamos todos de vuelta,
mil culturas, mil lenguas; otra vez en Babel.
Siglos de vagar por el mundo
castigados, sin rumbo y nos volvemos a ver.

De aquí, de allá
sin colores en la piel ni más patria que la sed;
sin dios, sin pan
y sin nada qué perder, vamos a hacer la

Torre de Babel, hay que levantar
los muros y creer, que vamos a llegar.
Torre de Babel sube hasta tocar
los sueños que la fe nos hará volar.

Vamos a tomar por asalto
el cielo, no está muy alto y no podrán evitarlo.
Somos los que éramos nada
pero abrimos las alas que tuvimos guardadas.

Hombres y mujeres virtuales
deambulando en las calles hoy llegamos aquí.
Pobres, hartos y perseguidos,
desterrados, prohibidos que queremos vivir.

viernes, 31 de julio de 2009

Humanistas trabajando
















Iniciamos hoy a contracorriente, como la dignidad misma, como los sueños que aún sobreviven en nuestras jóvenes mentes. A contracorriente, como todas las luchas dignas de lidiarse. Y a contracorriente, porque padecemos un mundo y un país que soslaya, cada día más, a las humanidades. Mientras las políticas educativas del gobierno en turno siguen el camino del error, el oscurantismo y la ignorancia –estableciendo reformas que dejan fuera a la filosofía y a la historia de los programas oficiales–, nosotros pugnamos por el pensamiento alterno. Pugnamos por expresar nuestras ideas desde la trinchera que nos brinda la riqueza de la palabra, del logos.

Iniciamos esta columna a contracorriente, porque no hay otra manera de hacerlo ante la ceguera gubernamental que lamentablemente empapa a toda a la sociedad en general. Somos estudiantes. Si de por sí el término está ligado a la utopía, habrá que definir aún más la tesitura de nuestros asideros: Somos estudiantes de la Facultad de Humanidades, perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Así que la Filosofía, Antropología, Historia y Literatura son los derroteros por los que nos conduce nuestra formación. Hablaremos pues desde la atalaya del humanismo, ese término tan olvidado en este presente tecnócrata.

En la columna que hoy se nos otorga expresaremos nuestras consideraciones –como humanistas y estudiantes de una universidad pública– acerca de lo que se engloba en el término “cultura”: ese territorio fértil, en tanto amplísimo, sin fronteras reconocibles, entre las distintas actividades artísticas y aun sociales del hombre. Analizaremos desde aspectos netamente artísticos hasta políticos, sin dejar de exponer algunos textos de creación e intimistas que revelen el sentir de nuestra generación, cuyo sello de identificación es la heterogeneidad.

Diversos discursos entrarán en contacto en esta Torre de Babel, siempre en búsqueda de ofrecer al lector una mirada distinta y, en ese sentido, enriquecedora de la realidad, cada vez más sufrible. Ante la apatía proponemos la acción, ante la ignorancia, el pasado, y ante el silencio, la palabra, la palabra joven, en el entendido que esa palabra joven está reconocida y sustentada en la tradición.