miércoles, 25 de noviembre de 2009

Influenza contra obesidad

Patricia Romero Ramírez*

Sábado, 14 de Noviembre de 2009 00:00

Recientemente el secretario de salud, José Ángel Córdova Villalobos, comparaba el número de muertes ocurridas en nuestro país por el rebrote epidémico de la influenza A H1N1 con el de las muertes producidas a causa de la obesidad, aduciendo que éste último supera al primero.

Lo anterior hace surgir las siguientes interrogantes: Si desde los años 80 los estudios realizados sobre alimentación y nutrición revelan una marcada tendencia al aumento de prevalencia de obesidad en los mexicanos, ¿por qué no se ha diseñado un programa efectivo al combate del sobrepeso y la obesidad?, ¿por qué no se le ha dado la relevancia que requiere, si desde 2005 la Secretaría de Salud tiene datos de que México ocupa el segundo lugar en el mundo en obesidad?

Se ha comprobado en diversas ocasiones, mediante el estudio de los casos que existe una fuerte relación entre pobreza y obesidad, y que una fracción considerable de la población en estratos bajos padece esta enfermedad. La causa de esto, según la mayoría de los estudios, es que el costo de las harinas refinadas y las grasas es mucho menor que el de alimentos como leche, verduras y frutas, por lo tanto, es más accesible el consumo de productos con menor calidad nutricional para este sector de la población.

El gobierno actual menciona constantemente el combate a la pobreza como una prioridad, enfocándose mayormente en los programas asistenciales. Aproximadamente el 40 por ciento de los hogares en México recibe algún tipo de apoyo económico asistencial. Si tomamos en cuenta lo mencionado con anterioridad, se tendría que revisar la manera en cómo se está evaluando la efectividad de estos programas, pues los resultados no parecen mostrar un cambio favorable en las estadísticas ni orientarse hacia los problemas reales de la población.

Si bien el brote epidémico de una enfermedad infectocontagiosa preocuparía a cualquier gobierno debido a que se desconocen las dimensiones que este brote podría alcanzar, la prevención del aumento de las enfermedades crónicodegenerativas concomitantes al sobrepeso y la obesidad deberían valorarse de la misma manera, pues es claro que los alcances de éstas merecen el mismo estado de preocupación.

*Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

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