domingo, 17 de febrero de 2013

Un diálogo

Miguel Romero*
Sábado, 26 de enero de 2013

Michu.- ¿Dices que la filosofía qué?
Chimbombo.- Pues eso, que la verdad, se me hace un hobbie, no una actividad que pueda ser tomada en serio. Dime, ¿para qué sirve la filosofía? 
Michu.- Creo que cuando preguntas para qué sirve, en realidad estás preguntando por su razón de ser, preguntas por qué existe. Para responderte sólo se me ocurre contarte lo que dijo alguien al que le gustaba que le dijeran Angelus Silesius. Entre las muchas cosas que escribió estaba una frase que decía algo así: “la rosa es sin porqué, florece porque florece”. Algo así dice la frase. Bueno, pues la filosofía es igual, no tiene porque justificar su existencia, no tiene un porqué, es de esas cosas que están porque sí. En lugar de preguntar para que sirva, deberías leer algo. Así podrías enterarse de cosas como que la verdad no es eterna sino que tiene una historia o que las ONG, con todo y sus buenas intenciones, ayudan a legitimar el intervencionismo. Pero bueno, para no aburrirte, si a lo que te refieres con «servir para algo» es a que algún día va a volver amable a las personas, va resolver los problemas del mundo o te va a decir cómo vivir y ser feliz, si es a lo que te refieres, entonces no sirve para nada. La gente pregunta que ha hecho la filosofía por el mundo porque no nota un beneficio directo de la filosofía en su vida. Siento decirte que predicar lo que es bueno, útil, agradable y cambiar a la gente es de locos, profetas, evangelistas, fanáticos, anfisbenas, minotauros y palanquetas, pero no de filósofos. La cosa está así: se les acusa de ser todo teoría y que por eso no sirven para nada. ¿Qué culpa pueden tener de que sus ideas sean ignoradas y que por eso se piense que la filosofía está lejos de la vida cotidiana? La filosofía no debe valorarse en función de los problemas que resuelve, Chimbombo, sino por la forma en que meditar sobre estos problemas enriquecen y amplían nuestra concepción de lo posible y disminuyen nuestro dogmatismo. Esto lo dije yo, y luego Russell me lo plagió. Te seguiría explicando pero ya tengo hambre. A dos cuadras venden unos tacos de barbacoa que están regulares pero la salsa de chile habanero está bien buena. Vamos a desayunar y después te sigo contando.

*Estudiante de Filosofía de la Facultad de Humanidades UAEM.

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