lunes, 14 de febrero de 2011

Olvido

Ricardo Molina Domínguez*
Sábado, 22 de enero de 2011

La Historia es un recordar, rescatar del olvido, indagar en la memoria individual y colectiva, tarea que da y dará identidad a un grupo social.
¿Quién es el que está justificado a escribir la Historia de un pueblo? Debería ser el mismo pueblo, pero tienen que ser individuos los que investiguen la historia, la escriban y den a conocer, y así hacer consciente al pueblo de su memoria, de su auto-conciencia y de su olvido, claro que deben ser individuos conscientes de la importancia y delicadeza de esta empresa. 

¿Quién escribe la historia?

Y el Estado ¿puede asumir esta tarea? Puede (aunque lo que hace es apropiarse de ella) siempre y cuando guarde distancia entre sus intereses y lo que corresponde a la verdad, teniendo cuidado de no confundir a la sociedad y de no decidir hacer olvidar detalles que no son simples “detalles”.
La historia oficial recuerda la época precolombina, y poco la colonial; épocas que sin embargo, aún dan identidad a los pueblos de México; el sistema de cargos, los carnavales, el folklore, la comida y la bebida; son sin duda frutos de estas épocas, y son parte de la llamada riqueza inmaterial de los pueblos.
Dichos festejos y carteles por el Bicentenario nos hacen pensar que Morelos, Zapata, Sor Juana y Frida; eran todos amigos y se llevaban de a cuates, en una historia dividida en malos y buenos. La historia oficial ha hecho de nuestros héroes nacionales seres casi míticos, semidioses que se han alejado de la sociedad, estatuas que deben estar en nichos y a los que se les debe venerar como a santos. Además de decidir olvidar “detalles” que la sociedad tiene muy presentes y que son parte de la Historia de México y que le dan una identidad que se ancla por asi decirlo en la memoria colectiva.
Con lo anterior, no se sabe si lo que se quiere hacer con esta historia oficial es pensar en una posibilidad de trascendencia del pueblo mexicano. Quizá se trataba de crear un pensamiento positivo ante la crisis, o sólo fue un nuevo distractor, o realmente hacer consciente a la sociedad mexicana de su historia e identidad.

Rescatar la historia
del olvido colectivo

Pensar en el tiempo y la memoria como trascendencia es rescatar la Historia, y es por ella que podemos ver el pasado y presente y así pensar en una trascendencia como, no una Historia manejada por los poderes fácticos que han decidido olvidar detalles, sino una Historia anclada en la conciencia social, una memoria colectiva que ha olvidado, pero que desea recordar, que se ancla en su identidad y que quiere rescatar esta memoria y no condenarla al olvido.

*Estudiante de Filosofía de la Facultad de Humanidades UAEM.

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