domingo, 5 de agosto de 2012

Una vez más la historia se repite

Sábado, 14 de julio de 2012
Angélica Ayala Galván* 

Las dos televisoras más grandes del país, el IFE y el “honorable” gobierno mexicano, volvieron a hacer de las suyas. Han creado una historia de novela, en la cual, los protagonistas por excelencia parecen ser la corrupción y la ambición de aquellos que supuestamente garantizan el bienestar del país. 
En su país de las maravillas, aquellos que se dicen llamar políticos, festejan el triunfo robado. Pareciera que aún no se percatan que detrás de las pantallas hay un pueblo que los está vigilando. La realidad del pueblo es otra, no se necesitan hacer ejercicios de imaginación para darse cuenta que la violencia, la pobreza y el desempleo son un hecho. 
Ante este panorama pareciera que todo está perdido, sin embargo, una vez más el pueblo vigila, el pueblo se levanta, exige que se le escuche y se le respete. Los estudiantes al son de cantos, pancartas y marchas no han hecho esperar su inconformidad, han demostrado y callado las voces de aquellos que decían que lo único que existía era apatía. Asimismo, le han recordado a los medios de comunicación que por más que distorsionen la información, la unidad, el pensamiento y la palabra son de ellos. Tienen la garra, tienen la voz para salir y hacer saber que nadie los va a parar, no sólo a ellos, sino a todos aquellos que se han sumado al movimiento. 
Los estudiantes muestran que el pensamiento crítico se hace presente, y cómo no hacerse visible ante tantos abusos de poder, ante la imposición no sólo de las recientes elecciones sino de un sistema que aboga porque todos actúen de la misma manera. Pareciera que hay un destino común, en el que la mano de obra estandarizada es una de las armas para enriquecer a las elites, y que mejor que sea con gente joven. 
El pensamiento crítico no se permite, porque éste genera conocimiento y con ello se evita la explotación, se evitan las injusticias, se evita seguir a un grupo de personas a las que sólo les interesa tener el control de aquellos recursos que le pertenecen al pueblo. 
¡Basta!, México no sólo exige elecciones sin fraude, exige espacios de libre expresión, asímismo, requiere de otras alternativas que no sólo se reduzcan a dos o tres candidatos. Se requiere de personas que conozcan las distintas realidades y problemáticas del país, se requiere de un cambio, pero no de un cambio comprado.

*Estudiante de Antropología de la Facultad de Humanidades UAEM.
angyayala@yahoo.com.mx

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