domingo, 30 de junio de 2013

La escuela rural: excusa y motivación

Alejandro Ramos*
Sábado, 8 de junio de 2013

Los actuales acontecimientos vinculados con los intentos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de atentar en contra de las conquistas sindicales del SNTE, conquistas que como ejemplifica su ahora presa líder están permeadas por la corrupción y abuso del poder
Y es que no es nada nuevo el reconocer que muchos maestros a nivel básico y medio superior han hecho de los nombramientos y las plazas de trabajo su propio negocio y del manejo o promoción de los mismos una subasta que beneficia al profesor, quienes ahora ven peligrar esta posibilidad debido a una nueva instancia gubernamental que podría ser creada: la agencia nacional de evaluación docente, un intento por parte del gobierno federal por poner una correa de mando a uno de los gremios más grandes y de mayor poder a nivel nacional, en ambos bandos hay intereses deshonestos en donde la docencia y la pedagogía son sólo una excusa y dentro de esto, la educación rural es una trinchera tomada por ambos bandos. 
La escuela rural presenta un matiz muy interesante dentro del espectro de las prácticas educativas en nuestro país, una de ellas es una relación muy estrecha entre la comunidad en donde la escuela es una extensión de la comunidad misma que la retroalimenta, es un tipo de educación en donde a pesar de las limitaciones tanto materiales así como muchas veces la falta de preparación de sus profesores hacen que la labor docente sea complicada y no encaje muchas veces en los procesos de evaluación nacional que no aceptan la heterogeneidad de las realidades educativas.Afortunadamente este tipo de enseñanza tiene otra característica, su permanencia e independencia respecto a programas que desde muchas décadas los pasan por alto y que cada año no hacen que repetir los bajas puntuaciones de una educación que cuando ocurre en su sentido más puro como una escuela que se nutre de los conocimientos empíricos y le devuelve a la comunidad conocimiento útil no falla en su propósito de dotar de nuevas visiones a quienes asisten a ella
Aunque los profesores saldrán como siempre más limitados por los programas educativos, la educación rural permanecerá y seguirá viva dentro de su contexto como un modelo necesario en una época globalizada que muchas veces la ignora o que se pierde en las inmutables presencias de las montañas, bosques, serranías o pueblos donde ocurre.

*Estudiante de Historia de la Facultad de Humanidades UAEM.

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