jueves, 6 de agosto de 2009

Responsabilidades e imprudencias

César Armando Hernández Bahena*
khampa-68@hotmail.com

El pasado 10 de mayo apareció una nota en La Jornada Guerrero que hablaba sobre un niño de ocho años que, mientras jugaba con sus amigos, encontró un arma de fuego entre las cosas de su padre. El menor tomó el arma (un rifle calibre 22) y apuntó a su compañero. El niño estaba jugando a matar, así como matan sus héroes de la televisión, el cine o los videojuegos; jaló el gatillo y el juego terminó. Hirió a su amiguito en el estómago, lo que le produjo la muerte.

Al leer esta noticia, además de una profunda pena por el pequeño muerto, me puse a reflexionar acerca del destino del “homicida”. Me preguntaba si ese niño podía ser considerado culpable del asesinato o sobre quién caería la responsabilidad legal del lamentable deceso. Porque si bien es cierto que el niño tomó el arma y apuntó contra su compañero, no tenía el conocimiento de que el arma era real, de que estaba cargada y, mucho menos, de que con ella podía dar muerte a su compañero.

Otra nota: “Una agente de policía municipal de Aguascalientes murió de un balazo en la cara cuando su pareja sentimental y también agente preventivo, jugaba con su pistola de cargo y se le disparó accidentalmente” (La Jornada 22/03/2009). Este suceso me vino a la mente al analizar cómo se podía juzgar a un niño de ocho años por lo que podría ser llamado un asesinato imprudencial.

Comparando estos acontecimientos tenemos que tomar en cuenta que el asesinato de la mujer policía fue un accidente que no tenía por qué haber ocurrido, ya que todo agente policiaco conoce la enorme responsabilidad que representa tener una pistola en las manos. Pero creo que el hecho de que el jovencito antes referido haya tomado el arma, apuntado y disparado en contra del otro joven no lo hace más culpable. La diferencia radica en que el policía sabía que jugar con un arma es una acción realmente estúpida; mientras que el niño ignoraba las consecuencias de disparar un arma e incluso ignoraba que el arma pudiera disparar.

Realmente ignoro cómo puede actuar la justicia en casos como éstos, pero es claro que al menos a uno de los antes citados homicidas no se le puede atribuir una responsabilidad íntegra de sus actos, ya que como lo hemos dicho, él ignoraba que en un simple juego perdería un amigo y su inocencia, y lo marcaría con un irreparable estigma de asesino.

* Estudiante de Filosofìa de la Facultad de Humanidades de la UAEM.

2 comentarios:

  1. No creo que sea necesario buscar tanto para saber quien es el responsable,el niño es el único,ni la edad,ni el porque su padre tenia una pistola en la casa,ni que porque sus héroes matan,nada de eso lo justifica.
    Yo también jugué videojuegos violentos y nunca le metí una bala a nadie,si el niño fue tan estúpido como para pensar que la pistola era de juguete,pues que hagan con el, lo que se hace normalmente con niños asesinos ,lo de que no distingue entre juguete y arma no se me hace un argumento valido,si le ponen un filete de plástico,¿se lo comería?
    Si desde niño no sabe razonar,pues cuando sea un adulto mucho menos,si se deja influenciar por juegos y caricaturas,¿que sera cuando se tope con la mierda que envuelve al mundo?Desde niño se debe aprender a pensar antes de actuar,¿no nos jactamos los seres humanos de que lo único que nos distingue de los animales es precisamente nuestra capacidad de razonar?

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  2. que onda gallo soy el black, y pues en cuanto a tu escrito yo creo que niguno es mas o menos culpable, los dos lo son y ya.
    el niño no es menos culpable por ser niño, pues si sus heores de ficcion usan armas el sabe que aun que sea en la ficcion sus armas matan, ahora a eso agragale realidad.
    o si no es asi, lpr que no le apunto con la cacha o se apunto el mismo, sabia lo que podia ocurrir, y aun asi lo hizo, entonses creo que es tan culpable como el otro idiota.

    va gallo un saludo.

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