domingo, 22 de enero de 2012

Mujeres y política

Edalit Alcántara Pérez* 
Sábado, 14 de enero de 2012

Las mujeres están en el Estado opresivamente: en una situación 
de subordinación, de dependencia, de discriminación; están en el 
Estado en la desigualdad objetiva frente a una supuesta igualdad 
jurídica, están como minoría política, a pesar de su mayoría social. 
Marcela Lagarde

El 2012 es un año crucial en la política mexicana debido a la carrera que los integrantes de diversos partidos políticos han emprendido para alcanzar su estancia en Los Pinos. Muchos de éstos, conscientes de que la mayoría de la población de este país son mujeres, han implementado en sus discursos la promesa de gobernar echando mano de la perspectiva de género. Sin embargo, los políticos, fuera de los reflectores y de la caza por el voto, no han hecho más que perpetuar el ejercicio de una política patriarcal que les niega a las mujeres la posibilidad de integrarse a la sociedad como sujetos históricos capaces de analizar y trasformar su entorno. 
El amordazamiento político, y por lo tanto jurídico, de las mujeres pude ser harto ejemplificado basta sacar del olvido a Hermila Galindo y Refugio García activistas políticas que lucharon en los años 20´ y 30´ por el derecho a votar y ser votadas. Las manifestaciones y huelgas de hambre llevadas a cabo por estas mujeres lograron que el presidente Lázaro Cárdenas presentara una iniciativa para el reconocimiento a la igualad de los derechos políticos de las mujeres, pero esto no se concreto. En la actualidad, a más de cincuenta años del reconocimiento pleno de los derechos políticos de las mujeres, el panorama no es más alentador pues las mujeres ocupan sólo el “10% en los puestos más altos del gobierno- como Secretarias y Subsecretarias de Estado-, y sólo el 20% en el poder judicial”. La carrera política de una mujer se cimienta en una escala menor y limitada a puestos menores. Con todo esto pareciera que la política mexicana es el nicho ideal para la virilidad de los hombres y la marginación de las mujeres, implementado estrategias que delatan su arcaísmo con resultados catastróficos como la criminalización del aborto y por consecuencia de las mujeres. Sin dejar de mencionar que esta tipo de política ha servido de semillero para la formación de mujeres alienadas que se pliegan a los intereses machistas, heterosexuales, misóginos y burgueses del partido al que pertenecen, en una especie de servidumbre voluntaria, como es el caso de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la presidencia de la república. 

*Estudiantes de Letras de la Facultad de Humanidades UAEM

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