miércoles, 4 de enero de 2012

Comunicado de los jóvenes sediciosos

César Octavio Cortés Velázquez*
Sábado, 31 de diciembre de 2011

Nosotros los jóvenes estamos más que atentos ante las políticas sociales de los políticos, que rebuscan elaborar un cierto discurso que oculte su incompetencia y, sobre todo, corrupción frente a nuestra grave situación. Pero parecen no entender que exigimos que paren lo que están haciendo, porque nos están llevando a la ruina. La pobreza es generalizada y las expectativas para nosotros, los jóvenes, se vienen mermando cada año. Al movimiento diario de los jóvenes lo ha venido empujando la violencia, y en su trayectoria arrastra sueños, incertidumbre, traición, y, lo lamentable, la muerte. 
Estamos frente a un sistema que nos está negando un futuro, y ha perdido toda legitimidad, ya que cada vez más se está desatendiendo la potencialidad juvenil, la creatividad. El sistema sigue ejerciendo su poder y aumentando su fuerza intransigente sobre el porvenir de los jóvenes. Pero estamos dispuestos a resistir para subvertir el orden del poder, pues el poder es acción, más no propiedad, y mucho menos del sistema. Nuestra resistencia habrá de irrumpir en el contexto sociopolítico, que está bajo el cinismo partidista que el sistema ha permitido inscribir. Cabe recordar que la rebelión es un acto supremo, pues este estado es por el que un grupo de individuos se manifiestan legítimamente contra la hegemonía presente y, ante todo, a su continuidad. Las instituciones, con sus políticas sociales y económicas, han dejado efectos por alguna causa grave, como corrupción extrema, displicencia contra la voluntad de los jóvenes, violencia en sumo grado, oportunidades laborales nulas, etcétera. Habremos de resistir el caer en esa especie de “cultura de la desesperanza" que busca naturalizarnos en el imaginario colectivo de la imposibilidad de pensar alternativas. 
No estamos dispuestos a ver malograr nuestras vidas ante el desprecio del sistema capitalista. No estamos dispuestos a dar un paso atrás, porque la situación económica, política y cultural es angustiante. Queremos comunicar, que se tendrá que dejar de ejercer las políticas teológicas y violentas, militaristas, para abrirse sinceramente a una actitud democrática. Somos los indignados atravesados por un nuevo siglo.

*Estudiante de Filosofía en la Facultad de Humanidades UAEM
cesar_cortesv@hotmail.com

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