sábado, 7 de marzo de 2015

#3de3

Claudia Cruz*

El 7 de junio de 2015 habrá elecciones, y solo con saber los nombres de los precandidatos, podemos advertir que el proceso pinta muy aburrido, pues no hay nada interesante; sin embargo, debemos de ser atentos y tomar decisiones electorales.
Los problemas de corrupción y conflictos de interés han salido a la luz con mayor frecuencia, lo que nos indica el modus operandi de la política mexicana. Es por esta razón que el ciudadano desconfía del político. Definitivamente esto debe cambiar, debemos de ser más exigentes con la clase política. La vía para cambiar es por medio de la legitimidad y la transparencia.
Sobre este tema surge la campaña #3de3 que encabeza Transparencia Mexicana. Esta iniciativa invita a los candidatos ser transparentes, con el objetivo de que los ciudadanos tengamos más información sobre la identidad de  los candidatos. Esta campaña consiste en que los que quieran ser representantes populares hagan públicos tres aspectos:
En primer lugar una declaración patrimonial; en segundo una declaración de impuestos: por justicia fiscal los ciudadanos debemos tener la certeza de que los candidatos  han contribuido en la construcción del presupuesto público. Es importante subrayar que divulgar la declaración de impuestos no viola la intimidad de los datos personales, por ello en la declaración de los impuestos únicamente se debe publicar el acuse de recibo del pago, en la cual no incluye datos personales ni montos. Por último, se les pide una declaración de conflictos de interés. El conflicto de interés refiere a los actos frecuentes y dañinos de trastocar en la política, pues se teje el mecanismo clientelar, lo que da como resultado que los políticos dejen de servir a los ciudadanos y terminen beneficiando a sus empresas o a las que alguna vez les hizo un favor. Por ello, la campaña propone que los candidatos deben de declarar: Si participan o participaron en algún consejo de administración, así como la de su familia en primer y segundo grado; y si tienen acciones en empresas o en la bolsa. Si el candidato o político tiene conflictos de intereses no impide que ejerza un cargo público, sino que se abstenga a actuar en políticas públicas o legislaciones para garantizar la imparcialidad.
Ejemplo: José Borbolla, empresario arribista que creó una A.C para posar en las colonias más necesitadas solo para buscar la candidatura de la alcaldía de Cuernavaca, algunos de sus conflictos de interés: su estrecha relación con la familia Estada Cajigal; su  relación con el Grupo Braca a través de su esposa Elena Trawitz; y su cuñado José Trawitz, actual subsecretario de Turismo en Morelos.

* Estudiante de la Licenciatura de Historia, Facultad de Humanidades, UAEM.

@HClaudiacruz

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