sábado, 11 de septiembre de 2010

Generación

Shahar Reynaga J.*
Sábado, 11 de septiembre de 2010

Deus ex machina.

Donde se juntan las águilas yace su cuerpo muerto, ahora se ha retirado del mundo para ya no azotar. Nadie vio y nadie supo porque todos están ciegos de noche, se abrieron puertas subterráneas para dar condenas y nadie se enteró, porque estando dormidos no oyen la trompeta.
Se acabó el mundo, se derribó todo y se descifró el libro último para entender lo del presente siglo. Cayeron las mentiras, los engaños y las subversiones, las más grandes infamias para trastornar la mente se descubrieron, ¿guerras secretas?, ¿la manipulación maestra?, ¿la artimaña más elaborada?... ¿y sus representantes de fe falsa?, ¿quiénes son los maestros del engaño?...
Debe surgir la verdad desde los abismos cuando se abren y cierran en la tierra, pero ¡no están preparados, portan un grueso velo todavía! La guerra se librará por la palabra y el nuevo pensamiento para los oprimidos, cada cosa según su tiempo, para los ignorantes el conocimiento, para los incrédulos la historia, para los extraviados el camino, para la batalla el discurso sabio.
Regresará el significado de las palabras y su autoridad en el mundo, que la modernidad desvaneció, la significación será la verdad y su justificación el tiempo, para que sean usadas como espada, y la historia como escudo; la generación futura se hará presente muy pronto, los que hoy se preparan en ciencia, serán resistencia y revelación ulterior, y no será fugaz ni marginal su presentación porque los aclama el apoyo de su misión.
Donde se encuentran las estelas de sangre, se encuentran las llaves del orbe y en ellas la clave para despertar a los sonámbulos y darles luz, ni cien manifiestos lo podrán lograr, ni las arengas más joviales; ni se entenderán doscientos años sin la debida elucidación, ni su formación ni su trayectoria ni su futuro. No se entenderá el alumbramiento del poniente sino escuchan la verdad de la historia, a las voces, a los mensajeros y a las primicias. Basta de monsergas banales y retóricas del poder, leyes livianas, moral hipócrita de hombres pueriles, ¡alto!

*Estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades UAEM

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