sábado, 21 de junio de 2014

“La actualidad de las artes y deportes marciales”

José Alejandro Ramos Soriano*

Actualmente existe una confusión al hablar de artes marciales en el contexto nacional. Es común englobar artes tan distintas como el uso del cuchillo, el taekwondo, el karate o el kun fu dentro del término artista marcial, sin embargo me parece que es necesaria una distinción entre estas prácticas para evitar confusiones. 
En la historia de la humanidad y de distintas maneras se ha practicado la guerra y esta ha sido llevada a cabo por guerreros, personas preparadas para el correcto desempeño de la misma, dentro de esta preparación todas los Estados han desarrollado un sistema de combate cuerpo a cuerpo con o sin armas, estos sistemas se encuentran en todas las culturas históricas aunque las más populares son las que proceden del sudeste asiático, china, India y Japón que comparten lazo con religiones orientales. A lo largo de la historia de la humanidad se ha practicado la guerra de distintas maneras. Para ello están los guerreros, quienes son preparados para el correcto desempeño. Todos los Estados y culturas han desarrollado un sistema de combate cuerpo a cuerpo con o sin armas, sin embargo, las más populares son las que proceden del sudeste asiático como China, India y Japón, los cuales comparten lazos con religiones orientales.Lo que actualmente conocemos como artes marciales son en su mayoría versiones deportividades de estas antiguas prácticas, aunque siguen conservando dentro de su currículo, la esencia marcial que les dio origen. Esta transformación hacia el aspecto del deporte, ocurrió a partir de mediados del siglo XX de manera discontinua como una consecuencia al avance de las sociedades industriales y las transformaciones de la vida urbana, sobre todo después de la segunda guerra mundial, estas artes comenzaron a expandirse en Europa y América, a partir de los 80 y gracias a la industria fílmica en ascenso algunos practicantes se convirtieron en actores y catapultaron la fama del cine de artes marciales a niveles globales.

Hoy en día muchas artes marciales han limitado su arsenal y su práctica ajotándola cada vez más hacia el espectáculo y la competencia deportiva, estos son los llamados deportes marciales como el kick boxing, mientras otros siguen manteniendo su valor como una preparación para el combate real como el entrenamiento con cuchillo del Kali Filipino. Es necesaria una distinción entre los objetivos de la práctica de un arte marcial y los beneficios que se busca de la misma, invito a quien lea esta breve nota sumarse al diálogo y el estudio de una de las formas más hermosas de expresión humana: las artes marciales.

*Estudiante de Historia de la Facultadde Humanidades UAEM.

sábado, 7 de junio de 2014

Panteón Rococó y la vigencia de la discriminación

Patricia Romero Ramírez*

El pasado 27 de mayo, la banda mexicana Panteón Rococó publicó una carta dirigida a la línea aérea Interjet, debido a que ese día, al intentar abordar su vuelo en Cd. Juárez, el personal de seguridad de la empresa le indicó a dos de sus integrantes que para poder abordar el avión debía cubrirse los brazos, aspecto que está indicado, según ellos, en una cláusula de las políticas de la empresa, o de lo contrario no se le permitiría viajar. La indicación tenía que ver con que ambas personas llevaban los brazos tatuados. Luego de un rato de discutir con el personal de la empresa, y apoyados por el personal de la Policía Federal, los dos hombres pudieron subir al avión y, finalmente, viajar.
La cuestión es si este caso debería extrañarnos o no. Muchos dirán que es increíble que en pleno siglo XXI estos casos de discriminación sigan ocurriendo, pero la verdad es que, dicho coloquialmente, estos acontecimientos siguen siendo el “pan de cada día”. La sociedad sigue discriminando y estigmatizando por la forma de pensar, la preferencia sexual, los tatuajes, el color de piel, la forma de hablar, la religión, entre otras.
Hace algunos meses circulaba por las redes sociales una propaganda de una mujer que ofrecía terapia psicológica con especialidad en tratamientos para la corrección de la homosexualidad. Se anunciaba: “Sospechas que tu hija, hermana o tía es lesbiana ¿Suele vestirse como hombre?, ¿sale con muchas mujeres?, ¿utiliza cabello corto?” Lejos de la estupidez de que la homosexualidad sigue siendo considerada por algunos una enfermedad, lo que verdaderamente llamó mi atención es que la supuesta “doctora” considere el cabello corto o salir con muchas mujeres como una característica definitiva para ser lesbiana. En el anuncio, por cierto, se utilizaba la cara de Carmen Aristegui como un claro ejemplo de mujer lesbiana, y es que, ¡claro!, tiene el cabello corto, la pobre se condenó y quedó definida.
Desafortunadamente, la sociedad no ha comprendido que la apariencia no dice todo de un ser humano. Una persona con tatuajes no es un delincuente, un hombre con cabello largo no es homosexual, una mujer con el cabello corto no es lesbiana. La discriminación sigue siendo un martillo que golpea fuertemente a la sociedad, y es casi impensable que en esta época en la que tanto se ha procurado la dignificación de las personas, se sigan permitiendo este tipo de actos violentos que dañan a los individuos y a la sociedad.
En este tiempo, las sociedad debería criticar y sentirse avergonzada por la discriminación, la violencia, la inseguridad, la guerra, el hambre, los niños de la calle, el machismo y otras cuantas situaciones más, no por las decisiones que cada quién toma sobre su vida.
* Estudiante de Letras Hispánicas
de la Facultad de Humanidades, UAEM.